Ahora tengo la impresión de que mi vida ha sido una serie de pequeños fracasos.Las mujeres que no supe amar, las oportunidades que no supe atrapar, los instantes de felicidad que dejé pasar... Sabía el resultado de la carrera, pero era incapaz de apostar por el ganador. Estaba ciego y sordo o era necesario la luz de la desgracia para enseñarme mi auténtica naturaleza. Jean Dominique Bauby
Cuantas veces
alguna de estas frases han pasado por nuestra mente cuando llegamos a un punto
de nuestra vida que no sabemos qué hacer con ella o ya hemos tocado fondo en
algunas situaciones, vicios o indisciplinas y que se hacen tan
repetitivas en nuestra vida, que pensamos (uff) ya he tocado fondo, sentimos
que la vida que es tan larga se convierte tan corta para nosotros
y quisiéramos que el tiempo regresara para cambiar nuestra forma de
ser o recomponer lo que hicimos mal, nos hacemos ciegos a las realidades que
nos rodean, sordos a las palabras y consejos de algún amigo de verdad, bueno,
en esta vida hay de todo, buenos amigos que quieren nuestro bien y nos dicen la
verdad ante todo, o los amigos que nos dicen las cosas que queremos oír solo
para quedar bien con nosotros por algún interés personal, quisiéramos
haber podido decirle a la persona de la cual nos enamoramos cuanto la
amamos a tiempo, en vez de haberla agredido, cuantas oportunidades dejamos
pasar, las vimos y pensamos no hay problema volverá a llegar la oportunidad,
pero la realidad es otra no llega, pero lo único bueno es que nos ha dejado una
enseñanza, como reza en una de las cuatro leyes de la espiritualidad, "lo
que sucede es la única cosa que pudo haber sucedido", pero aun así
nos quedamos impotentes ante nuestra realidad que nosotros nos forjamos.
Y todo esto sale a
colación porque he visto la película La escafandra y la mariposa de Julián
Schnabel, basada en el libro del mismo nombre escrita a modo de autobiografía
por Jean Dominique Bauby, quien fuera redactor jefe de la revista Elle, el a la
edad de 43 años sufre una embolia masiva que lo deje en coma y al despertar de él
tres semanas después se da cuenta que es víctima del síndrome de cautiverio ya
que está totalmente paralizado, no puede comer, hablar y ni respirar sin ayuda,
aunque solo mueve el ojo izquierdo y es donde aprende a comunicarse con la
gente que lo rodea, en el hospital donde ahora vive, su mente queda intacta y
funciona con normalidad así que solo tiene bajo control su imaginación y su
memoria, en el hospital le enseñan un código usando las letras comunes
utilizando su parpadeo y así le dicta el libro autobiográfico a la ayudante que
tiene en el hospital, es un viaje a su memoria a sus pensamientos mas recónditos,
sus arrepentimientos, la nueva perspectiva que tiene de la vida, es realmente
un viaje al pensamiento humano.
Es una película que
hace reflexionar acerca de que habemos mucha gente que contamos con nuestro
cinco sentidos funcionando perfectamente y podemos pasar la vida lamentándonos
por lo que nos pasa en lugar de tomar las riendas de nuestra vida
y hacer algo hermoso y productivo con ella y como él desde su
inmovilidad y con un solo ojo hizo un libro que dejo como ejemplo y legado.
Les recomiendo esta
hermosa película.
Muchas gracias por
escucharme todos los días en el programa de radio.
Todo el amor y la
luz para sus vidas, recuerden la vida esta llena de oportunidades el chiste es saber aprovecharlas.
Alejandra.
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