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Mostrando las entradas de mayo, 2014

Las mujeres... la sal de la vida

"Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder. Simplemente lo tienes que tomar tú." Roseanne Barr. En el  IV Encuentro Internacional de Salud de la Mujer, realizado en Costa Rica en el año 1987, organizado por la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos, en esta reunión, más de 600 mujeres, representantes de organizaciones de diferentes países del mundo, concluyeron que necesitaban contar con una fecha para reflexionar y discutir sobre las políticas y programas, así como también para proponer acciones a favor de la salud de la población femenina mundial. En ese evento el tema  giro en torno a la mortalidad materna, derechos sexuales y reproductivos, embarazo adolescente y todo aquello que hace a la calidad de vida de las mujeres. Es por eso hoy escribo y me pregunto ¿realmente nos cuidamos como debiéramos? Nos revisamos periódicamente,  vamos al médico si sentimos alguna molestia, a pesar de las muchas campañas acerca de r

Un vuelo de libertad

Somos libres de ir donde queramos y de ser lo que somos. Juan Salvador Gaviota La primera vez que leí Juan Salvador Gaviota, tenía 10 años, le habían regalo el libro a mi papá, así que al fin niña y curiosa, lo leí, me preguntaba como una gaviota hablaba de vuelos y soledad, pero sobre todo el no querer volar igual que los demás, en mi mente me imaginaba sus vuelos, el sol, sus diálogos con las otras gaviotas, sin duda fue un libro que dejo una huella en mi corazón aún infantil. Confieso tuve que volver a leerlo durante este tiempo varias veces, para poder encontrar el verdadero sentido del libro: la libertad. "-Cada uno de nosotros es en verdad una idea de la Gran Gaviota, una idea ilimitada de la libertad -diría Juan por las tardes, en la playa -, y el vuelo de alta precisión es un paso hacia la expresión de nuestra verdadera naturaleza. Tenemos que rechazar todo lo que nos limite. Esta es la causa de todas estas prácticas a alta y baja velocidad, de estas acrobac

Sonríe

Hace unos días una amiga me regalo este pensamiento que quiero compartirles: Sonríe aunque no tengas motivos. El cuerpo al momento de sonreír le dice al cerebro que todo está bien y entonces las células y átomos de nuestro ser se impregnan de energía positiva, para dar paso a sentirse bien. ¿Cuantas horas al día sonreímos? Andamos por la vida tristes, enfermos, quejándonos de todo lo que nos ocurre, que se nos olvida a veces hacernos como niños y reírnos. Si recordamos cuando erramos  niños, jugábamos, reíamos aun sin razón, nada nos preocupaba y rara vez nos enfermábamos, pero ocurre que empezamos a crecer y con ello los deberes, la escuela, ayudar en el quehacer de la casa, algunos hasta podrían decir que empezaron a trabajar desde niños porque el dinero no alcanzaba en casa por cual sea la razón, entonces, en medio de tantos deberes se nos va olvidando de esta pequeña medicina que alimenta el alma… reír. Recuerdo que en la película Comer, Rezar y Amar, (espero que l

Aprender y Enseñar... Buena formula

Hemos venido a este mundo a aprender y a la vez a enseñar, porque solo de esta forma llegaremos a la realización plena como seres humanos. Pienso que desde el momento en que nacemos lo que ya sabemos hacer es amar, de alguna  o de otra forma eso ya lo sabemos hacer, solo que con el paso del tiempo lo hemos olvidado y es necesario que otros no lo recuerden o bien nos ayuden a perfeccionar este don que traemos desde el principio mismo de la creación. Así que lo que venimos hacer desde el principio es aprender, aprendemos a hablar, a caminar, a comer, a jugar, claro… esto es lo más esencial, más tarde cuando ingresamos a la escuela, nos enseñan a dibujar, dibujamos bolitas y palitos como preámbulo para aprender a hacer letras y después empezar a leer y así vamos durante toda nuestra vida escolar, hasta llegar a la universidad o el doctorado, algunos estudiosos nunca terminan de aprender y siguen buscando actualizaciones a la vez que ellos se convierten en maestros de otros alumno

Belleza interior

Si posees claridad, si eres una luz interna para ti mismo, nunca seguirás a nadie Jiddu Krishnamurti nació el 12 de mayo de 1895 en Madanapalle, un pequeño pueblo del sur de la India. La Dra. Annie Besant, entonces presidenta de la Sociedad Teosófica, adoptó a Krishnamurti y a su hermano cuando eran jóvenes y junto con otros proclamó a Krishnamurti como el próximo Instructor del mundo, venida que ya habían pronosticado los mismos teósofos. Para preparar el mundo para esa venida, se creó una organización mundial llamada “La Orden de la Estrella” y el joven Krishnamurti fue designado como su máximo dirigente. Pero el joven Krishnamurti en 1929 renunció a ese papel, disolvió la Orden que ya tenía un inmenso número de seguidores y devolvió todo el dinero y las propiedades donadas para ese fin, se dedico a dar conferencias sobre el domino de la mente humana para liberar a los hombres de cualquier limitación y temor y de los problemas de vivir en una sociedad moderna. A partir de

¿Qué es la vida?

¿Qué es la vida? Un instante en el tiempo de Dios y a la vez una eternidad. Para Dios el tiempo no existe, todo es eterno, nosotros  inventamos el tiempo para decidir cuando hacer las cosas, cuando amar, cuando aprender a estar solos, cuando aprender a vivir. Nosotros inventamos los años, las décadas, los lustros, los siglos y los milenos, y de esa forma le pusimos plazos a nuestra vida, lo que provoco que dejáramos las cosas más esenciales para después, como amar, vivir, disfrutar de un hermoso atardecer, contemplar las estrellas, eso creo que lo hemos olvidado. No digo que este mal haber inventado el tiempo, de alguna forma tenía que haber un orden en la humanidad, lo que estuvo mal fue que postergáramos las cosas más esenciales y enriquecedoras de nuestra vida. Vivimos en un mundo que nos enseñó a odiar a mentir, a vengarse, a maldecir, que hizo de la guerra un arte; que a veces porque simplemente ha pasado volando una mosca nos pone de malas. Estamos tan estresados