Una sonrisa, una mirada, una palabra bien intencionada pueden cambiar la vida de una persona o de toda la humanidad.
El amor es el motor que mueve el mundo, siento que hemos
dejado de hacer uso de esta fuerza de acción, andamos por el mundo viviendo sin
vivir, nos olvidamos de sonreír y sentir ese calorcito en nuestro interior,
vivimos de apariencias y nos preocupa el qué dirán, por eso cuando hablamos de
amor nos da pena y nos da miedo que nos juzguen.
Siempre andamos con miedo, ¿pero saben una cosa? el miedo es la
falta de amor a uno mismo y a los demás, en nuestro interior andamos pensando:
que si me van a dejar, que si me engañan, que si me despiden, que si me dicen
adiós, que si me olvidan, que si es mejor que yo, mejor no me atrevo.
Nos falta compasión, nos hace falta ver a todas las personas con
compasión, aclaro, no es lo mismo que lastima. La compasión nos hace generosos
y comprensivos con los demás, al sentir compasión también aceptamos que somos
seres perfectamente imperfectos, ¿porque? Que sería de la vida si no nos
equivocamos, entonces no habría perdón y mucho menos la posibilidad de ser
mejor cada día.
Al mundo le hace falta amor en todos los sentidos, desde el
momento en que nos levantamos y nos vemos en el espejo, debe empezar el amor
hacia nosotros, amor a nuestros semejantes, amor a los animales, amor a todo el
mundo. El amor es el motor del mundo, nos movemos por amor, existimos por amor,
gracias a esa fuerza desconocida que existe en el universo, llamémosle Dios,
Energía, Dios de todas las cosas, Dios de lo desconocido, todo eso es amor.
Y compasión, ¿para qué? nos preguntamos, si no hay compasión no
hay comprensión, no hay tolerancia, ni perdón y como una cosa lleva a la otra,
si no la practicamos, tampoco esperemos que la tengan con nosotros.
En fin, al mundo le hace falta mucho amor y compasión para seguir
subsistiendo.
Si no hay amor hacia la tierra, seguiremos contaminándola, si no
le tenemos compasión seguiremos acabándonos todos los recursos naturales.
Aunque la tierra siempre estará aquí de una o de otra forma,
nosotros puede que no.
Entonces, porque insistimos en hacernos la vida imposible
lamentándonos, llenándonos de ira y enojo contra los demás, cuando bien podemos
vivir y disfrutar de todo lo que el universo nos regala, somos energía y por lo
tanto, somos lo que pensamos.
La vida es tan corta.
Gracias, Gracias, Gracias por leerme.
Luz y amor en sus vidas infinitamente
Alejandra
Comentarios
Publicar un comentario