El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día. Paulo Coelho
Hace once meses deje de escribir en este espacio, no fue
por falta de tiempo o flojera, ni mucho menos. Lo que ha pasado es que después
de todo lo que había escrito, comprendí que había que predicar con
el ejemplo. Escribí que había que quemar las naves, cambiar, dejar de esperar y
demás temas, hasta que al final y después de tantas experiencias vividas en los
meses antes de tomar la decisión de soltar las velas de mi barco y zarpar a
rumbos desconocidos, hice caso a todo lo que había escrito y lo tome como señal
de que mi alma reclamaba por ser libre y
feliz.
Lo primero y más difícil que hice fue dejar mi empleo de
muchos años, porque simplemente ya no me hacía feliz y ya no era productiva en
un lugar que me dio mucho, pero ya no quería estar ahí, los que me conocen podrán
decir que estaba muy bien, tenía un jefe que me consideraba y los elementos necesarios
para desempeñar mi trabajo, pero estaba
cansada de hacer lo mismo, de esa monotonía a la que me había acostumbrado, mi
desempeño era mediocre así que aunado a todo lo que viví, las personas que conocí
en ese tiempo, me decidí y me fui, no fue una decisión fácil, lo medite muchas
veces, lo consulte con mi familia y me apoyaron, a mis amigos les sorprendió y también lo comprendieron.
Renuncie y me lance hacia lo
desconocido, me tome unas vacaciones que no me había tomado en mucho tiempo,
ahora lo comprendo muy bien y lo recomiendo, descansar es muy necesario para el ser humano.
Fueron meses maravillosos en los que me levantaba tarde,
desayunaba con mi familia, leía, veía televisión, salía a caminar con mi
hermana o simplemente no hacía nada, revisaba mi correo, le cambie la imagen a mi blog varias veces, veía las redes
sociales en donde solo me limitaba a leer y compartir. Y también asistía a
compromisos que ya tenía contemplados.
Hasta que empecé a incorporarme a la vida laboral, pero
ahora desde otro enfoque y haciendo lo que me gusta y lo que realmente me hace
feliz.
Sigo estudiando, trabajando, planeando nuevos proyectos y
descansando.
Mi vida dio un giro de 360 grados, el cual me hizo más
honesta conmigo y con los demás.
Pero todo esto no lo hubiera hecho posible sin el apoyo de
mi familia que me ha apoyado incondicionalmente, mis amigos que han estado todo
el tiempo ahí, presentes.
Gracias, Gracias, Gracias.
Y como dice la canción una canción de Gustavo Cerati:
“Separarse de la especie
Por algo superior
No es soberbia es amor
Poder decir adiós
Es crecer”
Feliz y agradecida por leerme y estar aquí de nuevo.
Con amor incondicional.
Luz, amor y libertad en sus vidas.
Alejandra
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